Un argumento (del latín argumentum) es un razonamiento mediante el cual
se intenta probar, refutar o justificar una proposición o tesis; es un discurso
dirigido con una finalidad. Es la expresión oral o escrita de un
razonamiento.3 Las cualidades fundamentales de un argumento son: la
consistencia y coherencia; entendiendo por tal el hecho de que el contenido de
la expresión, discurso u obra adquiera un sentido o significado que se dirige a
un interlocutor con finalidades diferentes:
Como contenido de verdad:
consistencia y coherencia con otras verdades admitidas, o con referencia a un
hecho o situación que haga verdadero o falso dicho contenido.
Como esquema lógico-formal: consistencia
y coherencia con un sistema que no admite contradicción.
Como función lógico-matemática: consistencia y coherencia con el hecho de “ser algo real” frente a una
mera posibilidad lógica que define un mundo o una situación posible en un
determinado marco teórico que justifica la función.
Como discurso dirigido a la persuasión: como motivación para promover o proponer una determinada acción.
Como finalidad de
acción: consistencia o coherencia con otros intereses o
motivaciones del individuo o individuos receptores del contenido como
motivación a actuar de determinada manera.
Es por tanto un discurso dirigido:
Al
entendimiento, para «convencer» o generar una creencia nueva mediante el
conocimiento evidente de nuevas verdades, basándose en una racionalidad común.
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